Feliz domingo en la Fiesta del Bautismo del Señor.
Con esta fiesta se cierra el ciclo litúrgico de la Navidad, días en los que el Señor Jesús se nos ha ido manifestando.
• Se ha manifestado a los pastores de Belén, bastante despreciados entonces por su escasa práctica religiosa, y en ellos a todo el Pueblo de Israel que desde antiguo esperaba la venida del Mesías.
• Se ha manifestado en su familia, la Sagrada Familia de Nazaret, dando de esta forma un valor sobrenatural a la vida en familia, que es fuente de gracia y santificación.
• Se ha manifestado a los Magos que llegaron desde el Oriente, y en ellos a todos los pueblos y culturas de la tierra, también a nosotros.
• Hoy, en el día de su Bautismo en el río Jordán, se manifiesta en la verdad del misterio de Dios. El Hijo, Jesús, es bautizado por Juan, el Espíritu desciende sobre Él y el Padre habla desde el cielo.
Jesús no necesitaba este bautismo de Juan, bautismo de penitencia y expresión de conversión, pero quiso ser solidario con la humanidad pecadora y ser semejante a nosotros en todo, menos en el pecado.
Evoquemos cada uno de nosotros el Bautismo que un día recibimos y demos gracias a Dios por él y por las personas que lo hicieron posible: nuestros padres y padrinos, el sacerdote que realizó el Sacramento, la comunidad parroquial que nos acogió.
• El Bautismo es el Sacramento que nos abre las puertas a la vida de Dios, de la Iglesia y de la eternidad
• Es el Sacramento que pone en nosotros la semilla de la fe, que se irá desarrollando a lo largo de toda la vida.
• Es el Sacramento que nos hace hijos de Dios en su Hijo Jesús y con la fuerza del Espíritu Santo podemos llamar a Dios Padre.
• Es el Sacramento que nos hace Iglesia. Somos Iglesia, pueblo santo de Dios, pueblo convocado y asamblea santa.
• El Bautismo es un don de Dios y una tarea nuestra de cada día.
Es necesario completar la Iniciación Cristiana recibiendo la Eucaristía y el Sacramento de la Confirmación, para ser testigos valientes y apóstoles de Cristo.
Un saludo. Alfonso.