No vamos a descubrir en estos momentos qué es internet y todo lo que ofrece. Hace una década, apareció el libro que hoy recomendamos: «Evangelizar en el planeta digital». Los usos y posibilidades de internet se han disparado. Y esa realidad hace más necesaria la lectura de este libro, que sigue teniendo vigencia absoluta.
¿Por qué leer este libro? Porque dice muchas cosas interesantes en pocas páginas, y eso se agradece. Va al grano. Internet, o el planeta digital son mundos que hay que evangelizar. El cristiano debe echar las redes en la Red. “Luchar contra internet es absurdo, aceptarla y comprenderla es lo inteligente”
No se trata de huir o de maldecirla, al contrario, hay que introducir el evangelio, como S. Pablo hizo con el cristianismo en el mundo heleno.
Internet es una paradoja: ofrece posibilidades ilimitadas de acceso al conocimiento, permite el contacto con personas en las Antípodas, facilita y organiza la vida en un “clik”, pero nunca el ser humano ha demostrado tanta ignorancia, se ha encontrado tan solo y su vida es un completo caos de prisas y tareas pendientes.
La iglesia no puede limitarse a ofrecer contenido religioso como “vitrinas” unidireccionales, necesita una diakonía de la cultura digital.
Parafraseando a S. Francisco, podemos sugerir que en internet “donde haya prisa, pongamos sosiego; donde haya ruido, serenidad y escucha; donde haya estridencia, belleza; donde haya frialdad e indiferencia, pongamos apasionada caridad” Y podemos empezar por nuestros usos de las redes.
