DONDE SE PARA EL TIEMPO.
La biblioteca
Despertar la necesidad de leer, de tener tiempo; de detener el tiempo y encontrarnos a nosotros mismos en un libro
Quizá sea una locura, una aventura quijotesca, por imposible, al menos en un mundo como el de hoy, dominado por las prisas, el activismo y la inmediatez.
Intentar que la gente lea es como querer que vuelen. Pero no perdemos la esperanza, haremos lo que esté en nuestras manos y en nuestra cabeza. Insistiremos como Abraham ante Dios: «¿Y si solo encuentras a uno?» Si solo llegamos a un lector, nos daremos por satisfechos.
Pues lanzados vamos